Zapopan, Jalisco – En un escenario desolador, los estudiantes de diversas escuelas de nivel inicial y básico en Zapopan, Jalisco, se ven obligados a tomar clases en condiciones precarias. Entre goteras causadas por las lluvias, a los rayos del sol y salones abarrotados, los niños luchan por recibir una educación digna. Un ejemplo claro de esta situación es el preescolar “Yoloxochital”, ubicado en la colonia Prados de Santa Lucía, una zona marcada por altos niveles de desigualdad y pobreza.
Esta lamentable realidad es el resultado de la negligencia gubernamental, ya que las autoridades no asignan presupuesto para el mantenimiento y la expansión de las instituciones educativas en la región. Salvador Mateo Martínez, vocero del Movimiento Antorchista en Jalisco, denunció esta situación, destacando que existen escuelas con hasta 30 años de antigüedad que no han sido expuestas a ningún proceso de reparación o remodelación.
“En este contexto, es difícil explicar una para la falta de intervención por parte de las autoridades responsables de garantizar condiciones óptimas para que los hijos de sus ciudadanos reciban una educación de calidad y para abordar el rezago educativo en Jalisco”, afirmó el portavoz de Antorcha.
Durante una visita al Jardín de Niños “Yoloxochitl”, se pudo constatar que algunos techos están hechos de láminas viejas que presentan filtraciones durante las lluvias. Además, la escuela carece de una barda perimetral, lo que representa un riesgo para los estudiantes, ya que el edificio escolar colinda con la pared de la vivienda de un vecino, sin que ninguna instancia garantice que cumpla con las normas oficiales de construcción.
El patio no está completamente cubierto, lo que impide realizar importantes actividades escolares como educación física debido a las constantes inundaciones en el área. Asimismo, el techo de la entrada está deteriorado por el paso del tiempo, lo que impide que los niños se resguarden de la lluvia cuando son recogidos por sus padres.
Otro problema grave detectado en las escuelas es la falta de agua. El Jardín de Niños 493 y las primarias “Justo Sierra” y “Miguel Hidalgo” carecen de agua, incluso para los baños, lo que provoca una falta de higiene para los niños. En medio de esta problemática, los alumnos reciben clases en espacios reducidos y abarrotados. Aunque las aulas tienen una capacidad para 35 niños según las normas, al colocar el mobiliario resulta insuficiente, y los niños quedan amontonados. Esto dificulta a los docentes brindar la atención necesaria a cada uno de ellos y, en consecuencia, impartir una educación de calidad.
“No se abastece agua a la comunidad, por lo tanto, no tenemos agua ni siquiera para los baños, lo que provoca una falta de higiene para los niños. Otra problemática es el espacio reducido que ocupan las aulas”, explicó Eva Preciado, directora del preescolar 493.
Frente a esta desgarradora realidad, Mateo Martínez instó a los padres de familia a no quedarse callados y, en cambio, se unió a los docentes ya todos los sectores progresistas de la población para exigir a los gobernantes actuales destinar una parte de los recursos del pueblo a la pronta rehabilitación de la infraestructura de los centros educativos en la colonia Prados de Santa Lucía. Estas instituciones se encuentran en condiciones deplorables debido a la “negligencia gubernamental” y requieren una solución urgente.
