“La práctica docente en la actualidad”

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Por: Dr. Carlos Alfonso Alvarado Navarro

El actuar del docente no solo viene de las instituciones de enseñanza en donde se brindan las herramientas que permitirán facilitar los aprendizajes de los educandos, en donde estas instituciones modelan sus formas de pensar, de actuar y percibir la realidad, sino que también se conjuga la formación recibida en casa, en el núcleo familiar en donde estos dos factores coadyuvan para el actuar ético y profesional del docente en el campo formativo de sus alumnos y su interacción con el contexto escolar.

De Lella (1999) concibe la práctica docente como la acción que el profesor desarrolla en el aula, especialmente dirigida al proceso de enseñanza aprendizaje y se distingue de la practica institucional y la practica social del docente.

Son muchos los desafíos que enfrenta el docente el día de hoy, como las nuevas tecnologías, los modelos pedagógicos, los cambios sociales, las constantes
regulaciones, el mundo en el que viven los niños, niñas y adolescentes que ponen en un dilema a los profesores en donde deben encontrar la manera de motivar a los estudiantes de interesarse en sus procesos de aprendizaje.

Los cambios sociales han impactado en gran medida esta práctica docente que exige hoy más que nunca a los docentes a diversificar sus métodos y modelos de
enseñanza, como lo expresa Sánchez (2015), “existe una brecha generacional en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación que debe ser
superada. Los adultos no podemos desconectarnos de una generación de niños, adolescentes y jóvenes que aprende, se informa, comunica y relaciona con unas formas propias, si no queremos perder nuestra capacidad para influir en su educación y desarrollo personal y social”.

Es indispensable conocer el nivel de conocimientos tecnológicos que tienen nuestros alumnos, como esta tecnología interactúa entre las relaciones intrapersonales entre ellos, como resuelven sus problemas y dudas, donde buscan la información, de que tipo, cuál es su interés y en qué temas, para desde esa perspectiva poder educar y enseñar.

La tecnología ha transformado el aula tradicional en un entorno de aprendizaje dinámico, quedo atrás la enseñanza tradicional del libro de texto y las pizarras, las herramientas digitales y los recursos en líneas han cobrado protagonismo en donde el aprendizaje es más atractivo y estimulante para los estudiantes, estas metodologías activas como estrategias de enseñanza se centran en la actividad de los estudiantes y en la cooperación entre ellos, en lugar de los contenidos.

Como lo establece López, F. (2005), “Una Metodología Activa es un proceso interactivo basado en la comunicación profesor-estudiante, estudiante-estudiante, estudiante-material didáctico y estudiante-medio, que potencia la implicación responsable de este último y conlleva la satisfacción y enriquecimiento de docentes y estudiantes.

En la actualidad, los procedimientos educativos son cada vez más demandantes siendo más virtuales e interactivos requieren de una formación más específica por parte de los docentes, ya no es suficiente la pizarra, el dictado y la exposición del
maestro. Los docentes deben hacer uso de la tecnología de manera crítica y segura que permitan lograr objetivos formativos que vayan acorde a los cambios sociales que genera la globalización.

Otro reto que afronta el docente en este nuevo paradigma educativo es poder manejar el aspecto socioemocional, dirigir o guiar la clase de forma más efectiva, establecer códigos de conducta aceptables, desarrollar las interacciones más comprensivas y alentadoras con sus estudiantes y por lo tanto desarrollar el estado socioemocional de sus estudiantes de manera efectiva.

Definitivamente el reto del docente en la actualidad es el de tener la capacidad de la flexibilidad y la formación continua en su práctica docente debido a los cambios tan rápidos en la tecnología, el conocimiento y en las necesidades de los estudiantes, el docente debe adaptarse a los contextos cambiantes sobre todo en los nuevos métodos de enseñanza, las herramientas tecnológicas y los nuevos estándares educativos que exige un mundo globalizado. Esta flexibilidad permitirá a los docentes a adaptarse rápidamente y responder a situaciones inesperadas
como la contingencia de salud que nos obligó al confinamiento social y cambio radicalmente la convivencia social de todos nosotros.

Entender que cada estudiante es único, tiene diferentes necesidades, estilos de aprendizaje y contextos culturares diversos, esta flexibilidad permitirá a los docentes modificar sus métodos, contenido y ritmo según los intereses y capacidades de sus estudiantes. Para afrontar estos retos y salir adelante con los compromisos el docente debe innovar, probar nuevas metodologías desde aprendizajes basados en proyectos, gamificiaciòn, aprendizaje colaborativo y una serie de metodologías
dejando atrás la escuela tradicional. Todo esto exige la formación continua del docente, estar al día no solo en el aspecto tecnológico sino también en el aspecto
socioemocional, el docente va más allá de solo enseñar contenidos, sino que con su práctica docente forme individuos capaces de interactuar socialmente, que sea sensible a los problemas comunes y a la resolución de los mismos.

Es un hecho, la práctica docente no volverá a ser igual a partir de ahora, los nuevos modelos educativos exigen un perfil de egreso de nuestros estudiantes con
estándares internacionales que permitan la competitividad en el mercado laboral, por lo que la educación debe ser adaptable, inclusiva y centrada en el estudiante.

Esta transformación va a continuar ya que el docente del siglo XXI deberá ser un profesional en una adaptación continua, capaz de adaptarse, de innovar y de responder a las exigencias del mundo moderno, una práctica docente con un manejo socioemocional que propicie un ambiente de aprendizaje saludable promoviendo un entorno equitativo y respetuoso promoviendo así una cultura de respeto y empatía.

Referentes
De Lella, C. (1999). Modelos y tendencias de la formación docente. Consultado el 25 de febrero de 2008 en: http://www.oei.es/cayetano.htm
López, F. (2005). Metodologías participativas en la enseñanza universitaria. Madrid:
Narcea. – López, F. (2005). Metodologías participativas en la enseñanza universitaria. Madrid: Narcea.
Sánchez, J. (2015). Plataformas tecnológicas para el entorno educativo. Acción
Pedagógica, 14(1),18-24.Recuperado
de: http://PlataformasTecnologicasParaElEntornoEducativo2968980.pdf [ Links

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